LAS FASES DE LA CONQUISTA DE HISPANIA


"El primer período de la conquista: Los largos años abarcados por el primer período de la conquista, años de guerra, pero también de intervalos de paz, pusieron, como se ha dicho, casi toda la Península ibérica en manos de los romanos. Las características de los pueblos conquistados y el momento en que cada uno de ellos fue sometido, permiten a su vez señalar varias fases dentro de este período. La primera fase, que se puede circunscribir a la segunda Guerra Púnica y a sus secuelas inmediatas en Hispania, terminó con el dominio de las regiones del S. y de Levante. La lucha contra los cartaginenses puso en manos de los romanos las zonas más civilizadas. La conquista de estas regiones quedó terminada en el año 206 a.C. con la rendición de Cádiz a los romanos. Pero una vez eliminados los cartagineses de la Península, los romanos continuaron dominando el país, ya que sus recursos les eran necesarios, como antes les habían sido a los cartaginenses. Eran áreas de grandes recursos mineros: Cartagena, Sierra Morena, la región de Huelva.
Las Guerras Lusitanas comenzaron en el año 155-154 a.C. y constituyeron un peligro mayor para Roma durante los años 147-139 cuando las bandas de lusitanos estuvieron dirigidas por Viriato. Las Guerras Celtibéricas comprenden dos períodos importantes con un intervalo de paz entre ellos. El primer período va del año 153 al 151 y el segundo del 143 al 133. Este segundo período se conoce también con el nombre de Guerra Numantina. Numancia había logrado aglutinar a su alrededor a la mayor parte de los pueblos que habitaban la cuenca del Duero. Es significativo que en las luchas contra los celtíberos, los romanos, al iniciar sus campañas, hagan siempre expediciones previas contra los vacceos. Si se tienen en cuenta las diferencias entre unos pueblos y otros, la actitud de los romanos es muy clara y consecuente. Los bacheos eran fundamentalmente productores de cereales, mientras que los celtíberos tenían como producción fundamental la cría de ganado, ovejas y caballos. Las expediciones previas contra los vacceos servían para cortar los posibles suministros de grano a los celtíberos.
El segundo período de la conquista: La segunda etapa de la época de la conquista puede considerarse, en cuanto a dominio del país, como una época en la cual se van extendiendo las formas de vida romanas en la Península. El dominio y la conquista de nuevos territorios fue muy escaso: expediciones a las regiones del N. del actual Portugal y Galicia. Los encuentros bélicos más importantes fueron el producto de las luchas internas dentro de la propia sociedad romana: las guerras de Sertorio y las campañas llevadas a cabo por César contra los partidarios de Pompeyo. Hispania fue uno de los escenarios de estas contiendas, como también lo fueron otras regiones dominadas por Roma, Grecia por ejemplo. Sin embargo, los partidos en conflicto necesitaban el apoyo de la población local. Este apoyo lo tuvo, especialmente entre los indígenas, Sertorio, representante del partido democrático, en su lucha contra Metelo y Pompeyo enviados a Hispania por el gobierno oligárquico establecido en Roma por Sila. La atracción de los indígenas por parte de Sertorio se hizo utilizando precisamente aquellos elementos como la clientela y la devotio que desintegraban las organizaciones sociales indígenas, aparte de una política consciente por parte de este general romano de asimilar a la población indígena por medio de la extensión de las formas de vida y de la cultura romanas. También Pompeyo y Metelo siguieron los mismos procedimientos, sobre todo en la creación de clientelas numerosas en Hispania. Esta política daría sus resultados, ya que las campañas que tuvo que llevar a cabo César en la Península, se debieron sobre todo a la existencia en ella de un gran número de partidarios de Pompeyo contra los que no tenía más remedio que enfrentarse para conseguir alcanzar el poder personal en Roma.
El tercer período de la conquista: Dentro de la política general de atracción pacífica de la población y de la extensión de la romanización en todos los aspectos, se producen a comienzos del reinado de Augusto las últimas guerras que podemos llamar de conquista, puesto que tuvieron como resultado el dominio de Roma sobre los últimos territorios que, dentro de la Península, quedaban todavía fuera del control político romano. Fueron llamadas Guerras Cántabro-Astures. Para comprenderlas hay que tener en cuenta dos factores: la política general de Augusto en la parte occidental del Imperio en la primera época de su reinado y la situación concreta existente en las zonas septentrionales de la Península en aquellos momentos".

Edad Antigua. Conquista y romanización
En Historia de España Alfaguara. M. Vigil

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