Lo primero, daros unas buenas tardes a todos y nada, que he estado buscando un poco de información sobre el motín de Esquilache y he encontrado algo que parece interesante. Aquí os lo dejo:
EL MOTÍN DE ESQUILACHE
Tras el reinado de Fernando VI, en que pocas cosas raras sucedieron en Madrid, vino el de Carlos III, que había gobernado ya en Nápoles (1759). Este rey trajo consigo dos ministros italianos de condición muy diversa don Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, y don Jerónimo Grimaldi, marqués de este apellido, a quienes encargó de los Ministerios de Hacienda y Guerra (entonces unidos) y de Estado, respectivamente.
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Esquilache era un hombre laborioso y honrado, pero muy europeizado para el gusto español de entonces, con lo que se atrajo la antipatía de las gentes, que recibían mal sus reformas. En 1766 tuvo la idea de modificar las vestimentas recortando las capas y apuntando los sombreros chambergo, que aún se usaban. Parece, que se ordenó esto para evitar que los criminales pudieran ocultar el rostro.
A 22 de enero de 1766 salió una Real orden que prohibía el uso de la capa larga y del sombrero redondo a los funcionarios, y el 10 de marzo se extendió la medida a todas las gentes, que la recibieron con mucho disgusto, manifestándose tumultuosamente -y, arrancando los bandos en los que se daba la orden, para sustituirlos por pasquines que incitaban al motín. En el día 13 de marzo dos hombres con bandas azules y, pelucas enharinadas recorrieron la calle de la Paloma gritando «Esto no ha de prohibirlo el marqués de Esquilache»
Parece ser que ya desde mucho antes se preparaba el motín y que en aquellos días se repartió mucho dinero, dándose, además, el caso en que muchos sublevados bajo los andrajosos trajes ocultaban su condición de nobles. En el día 23 de marzo, Domingo de Ramos, dos embozados se paseaban junto al cuartel de Inválidos, plaza de Antón Martín, cuando un soldado se acercó a uno de ellos, que llevaba un gran sombrero blanco, y le dijo: "Paisano, ¿por qué no observa usted lo mandado y no apunta su sombrero?" El embozado contestó groseramente, por lo que el soldado quiso prenderle; pero aquél sacó la espada, a tiempo que tocó un silbato, reuniendo mucha gente que salió de las vecinas calles; entre todos desarmaron a, los soldados y marcharon por la calle de Atocha, gritando: "¡Viva el rey! ¡Viva España ! ¡ Muera Esquilache !" En la plaza Mayor se juntaron con otros que venían de la plaza de la Cebada, y se dirigieron a Palacio,, donde el duque de Arcos les indicó que serían atendidos. Entonces fueron a la calle de las Infantas (hoy Rosalía de Castro), donde saquearon la Casa de las Siete Chimeneas, vivienda del ministro, e incendiando los muebles. Al día siguiente creció el motín, y el pueblo dio muerte a varios guardias walonas; entonces el rey oyó las peticiones de los amotinados, expuestas por el padre Cuenca y por un calesero. El día 25 de mayo salió el rey para Aranjuez, acompañado de Esquilache, con lo que las gentes repitieron el motín, que se apagó cuando supieron que Esquilache marchaba a Italia.
Se acusó de preparar el motín a los jesuitas, dirigidos por los padres Isidoro López y Miguel Gándara, juntamente con el abogado don Lorenzo Hermoso y el marqués de la Ensenada, que fue desterrado a Medina del Campo, donde murió.
Con aquella situación, en la que los precios de los alimentos básicos habían aumentado mucho, la población estaba en contra de los ministros extranjeros y se prohibió el uso de capas largas y chambergos (sombreros de ala ancha), es normal que la población estuviera en contra de Esquilache (ministro de Hacienda y de la Guerra) y que se le echara de nuestro país junto con su familia. Finalmente, las exigencias del pueblo, ante el rey, se impusieron (bajada de los precios, expulsión de los ministros extranjeros...). El pueblo consiguió lo que quería.
Esquilache era un hombre laborioso y honrado, pero muy europeizado para el gusto español de entonces, con lo que se atrajo la antipatía de las gentes, que recibían mal sus reformas. En 1766 tuvo la idea de modificar las vestimentas recortando las capas y apuntando los sombreros chambergo, que aún se usaban.Esto fue lo que dio el ultimo empujon al motin que ya anteriormente se estaba preparando
En mi opinion el motin de esquilache ademas de por motivos economicos como el de la subida de los precios en losproductos primarios y otros problemas, tuvo una causa que fue la definitiva para que se diera el motin de esquilache, este en mi opinion fue un problema de moda,que desde mi punto de vista nadie tiene porque obligar a vestirse de una forma determinada, cambiando las costumbres españolas por las europeas.
Lo primero, daros unas buenas tardes a todos y nada, que he estado buscando un poco de información sobre el motín de Esquilache y he encontrado algo que parece interesante. Aquí os lo dejo:
ResponderEliminarEL MOTÍN DE ESQUILACHE
Tras el reinado de Fernando VI, en que pocas cosas raras sucedieron en Madrid, vino el de Carlos III, que había gobernado ya en Nápoles (1759). Este rey trajo consigo dos ministros italianos de condición muy diversa don Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, y don Jerónimo Grimaldi, marqués de este apellido, a quienes encargó de los Ministerios de Hacienda y Guerra (entonces unidos) y de Estado, respectivamente.
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Esquilache era un hombre laborioso y honrado, pero muy europeizado para el gusto español de entonces, con lo que se atrajo la antipatía de las gentes, que recibían mal sus reformas. En 1766 tuvo la idea de modificar las vestimentas recortando las capas y apuntando los sombreros chambergo, que aún se usaban. Parece, que se ordenó esto para evitar que los criminales pudieran ocultar el rostro.
A 22 de enero de 1766 salió una Real orden que prohibía el uso de la capa larga y del sombrero redondo a los funcionarios, y el 10 de marzo se extendió la medida a todas las gentes, que la recibieron con mucho disgusto, manifestándose tumultuosamente -y, arrancando los bandos en los que se daba la orden, para sustituirlos por pasquines que incitaban al motín. En el día 13 de marzo dos hombres con bandas azules y, pelucas enharinadas recorrieron la calle de la Paloma gritando «Esto no ha de prohibirlo el marqués de Esquilache»
Parece ser que ya desde mucho antes se preparaba el motín y que en aquellos días se repartió mucho dinero, dándose, además, el caso en que muchos sublevados bajo los andrajosos trajes ocultaban su condición de nobles. En el día 23 de marzo, Domingo de Ramos, dos embozados se paseaban junto al cuartel de Inválidos, plaza de Antón Martín, cuando un soldado se acercó a uno de ellos, que llevaba un gran sombrero blanco, y le dijo: "Paisano, ¿por qué no observa usted lo mandado y no apunta su sombrero?" El embozado contestó groseramente, por lo que el soldado quiso prenderle; pero aquél sacó la espada, a tiempo que tocó un silbato, reuniendo mucha gente que salió de las vecinas calles; entre todos desarmaron a, los soldados y marcharon por la calle de Atocha, gritando: "¡Viva el rey! ¡Viva España ! ¡ Muera Esquilache !" En la plaza Mayor se juntaron con otros que venían de la plaza de la Cebada, y se dirigieron a Palacio,, donde el duque de Arcos les indicó que serían atendidos. Entonces fueron a la calle de las Infantas (hoy Rosalía de Castro), donde saquearon la Casa de las Siete Chimeneas, vivienda del ministro, e incendiando los muebles. Al día siguiente creció el motín, y el pueblo dio muerte a varios guardias walonas; entonces el rey oyó las peticiones de los amotinados, expuestas por el padre Cuenca y por un calesero. El día 25 de mayo salió el rey para Aranjuez, acompañado de Esquilache, con lo que las gentes repitieron el motín, que se apagó cuando supieron que Esquilache marchaba a Italia.
Se acusó de preparar el motín a los jesuitas, dirigidos por los padres Isidoro López y Miguel Gándara, juntamente con el abogado don Lorenzo Hermoso y el marqués de la Ensenada, que fue desterrado a Medina del Campo, donde murió.
Perdon, se me ha olvidado decir quien soy. Nerea Llorente 2º Bach.
ResponderEliminarCon aquella situación, en la que los precios de los alimentos básicos habían aumentado mucho, la población estaba en contra de los ministros extranjeros y se prohibió el uso de capas largas y chambergos (sombreros de ala ancha), es normal que la población estuviera en contra de Esquilache (ministro de Hacienda y de la Guerra) y que se le echara de nuestro país junto con su familia.
ResponderEliminarFinalmente, las exigencias del pueblo, ante el rey, se impusieron (bajada de los precios, expulsión de los ministros extranjeros...).
El pueblo consiguió lo que quería.
Esquilache era un hombre laborioso y honrado, pero muy europeizado para el gusto español de entonces, con lo que se atrajo la antipatía de las gentes, que recibían mal sus reformas. En 1766 tuvo la idea de modificar las vestimentas recortando las capas y apuntando los sombreros chambergo, que aún se usaban.Esto fue lo que dio el ultimo empujon al motin que ya anteriormente se estaba preparando
ResponderEliminarEn mi opinion el motin de esquilache ademas de por motivos economicos como el de la subida de los precios en losproductos primarios y otros problemas, tuvo una causa que fue la definitiva para que se diera el motin de esquilache, este en mi opinion fue un problema de moda,que desde mi punto de vista nadie tiene porque obligar a vestirse de una forma determinada, cambiando las costumbres españolas por las europeas.
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