SIGNIFICADO DEL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874)

Frente al Sexenio, las etiquetas se multiplican: ¿revolución liberal de clases medias o revolución social? ¿Revolución frustada o 48 español, como se ha discutido mucho tiempo? ¿Periodo caótico, como señalaban no hace mucho algunos textos de historia y no pocas publicaciones, o simple reajuste encaminado a aliviar la crisis del capitalismo español y a favorecer el inicio de una nueva etapa de crecimiento? (...)
Podrían señalarse (...) ciertas premisas decisivas para no desenfocar los problemas: en primer lugar, la propia realidad social española, que no está constituída sólo po la burguesía de la agitación, por los políticos madrileños o por el proletariado industrial, sion por el peso mayoritario cuantitativamente y difícil de determinar cualitativamente del mundo rurl, todavía sin el engraneje que constituirá en la Restauración la institucionalización del caciquismo; depués, la necesidad de desprenderse de una vez para siempre de la falsedad de las explicaciones "casticistas": ni el federalismo, ni el apoliticismo de los internaiconalistas, ni las tensiones sociales eran genialidades ibéricas justificativas del mito de la ingobernabilidad de los españoles y de su retraso peculiar, sino que correspondían a realidades muy concretas vigentes en Europa durante esos años, y tanto la difusión de Proudhon como los sucesos de la Comuna de París son clara prueba de ello; y por último, la guerra, factor decisivo y siempre marginado del Sexenio; guerra civil, contra la que se estrellan una gran parte de las reformas políticas, y guerra en dos frentes, las provincias del Norte y Cuba. Ni el conflicto carlista era nuevo, ni el colonial acabará entonces, pero la coincidencia de ambos sólo se produce en este momento.
A la hora de tratar de hacer un balance del sexenio hay dos hechos que en medio de los interrogantes apareceon concierta claridad: que no podemos considerar la Revolución de Septiembre como una revolución, pero no sólo porque fracasara, sino porque nunca hubo intención de llevarla a cabo, y que, sin embargo, su experiencia, como la vivencia de toda la coyuntura conflictivqa, sí influyó en la trayectoria de la historia de España posterior. en cierto sentido sus resultados estuvieron de acuerdo con sus planteamientos: no pidamos a los hombres del 68 responsabilidades por no haber transformado el país, nunca pretendieron más que acomodoarse un poco mejor en él

María Victoria López-Cordón,
La Revolución de 1868 y la I República,
Siglo XXI, Madrid, 1976

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