Hispania Romana





Epigramas de Marcial
Basa, hiedes que apestas

El olor de los juncos de una laguna desecada, el de los agrios vapores del
Albula, el de las rancias exmanaciones de una piscifactoría marina, el del viejo boque
cuando cubre a la cabra, el del borceguí de un veterano cansado, el de un vellón
empapado dos veces de púrpura755, el del aliento en ayunas de las que guardan el
sábado, el de la respiración entre sollozos de los tristes condenados, el de la lámpara
mortecina de la sucia Leda, el de las cataplasmas hechas de heces sabinas, el de una
zorra en huida, el del cubil de las víboras... prefería eso antes que oler a lo que hueles
tú, Basa.

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