ABDERRAMÁN III SE AUTOPROCLAMA CALIFA


Hemos decidido que se nos llame con el título de Príncipe de los Creyentes, y que en las cartas tanto las que expidamos como las que recibamos se nos dé dicho título, puesto que todo el que lo usa, fuera de nosotros, se lo apropia indebidamente, es un intruso en él, y se arroga una denominación que no merece. Además, hemos comprendido que seguir sin usar ese título, que se nos debe, es hacer decaer un derecho que tenemos y dejarse perder una designación firme.

Crónica anónima de Abd al Rahmán III al Nasir

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